
Juan Gelman
Revelado en sepia del mes de Junio/ 2021
por Patricia Cuscuela
Juan Gelman
Mayo 1930 Argentina / enero 2014 México.
Periodista. Poeta.
Premio Nacional de Poesía 1997; Premio Juan Rulfo 2000; Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2005; Premio Cervantes 2007.
Compromiso social y político se combinaron en su militancia. Debió exiliarse durante la dictadura militar de nuestro país. Su hijo y nuera embarazada fueron desaparecidos.
“Juan Gelman irrumpe dignamente en la poesía de habla española y el círculo universal de la rosa…En su libro palpita un lirismo rico y vivaz y un contenido principalmente social, pero social bien entendido, que no elude el lujo de la fantasía”, escribió Raúl González Tuñón en 1956 prologando Violín y otras cuestiones, el primer poemario de Juan Gelman. Tuñón sentía una particular preferencia por los poemas de Gelman, en especial por “El caballo de la calesita”.
Desde sus inicios, Gelman muestra una búsqueda constante de sí mismo y encuentra en la poesía un lugar donde expresar su yo y sus sentires íntimos, sociales y políticos. Tal vez es este último aspecto el que va modificando su escritura impregnada de dolor por sus pérdidas.
Expulsado del Partido Comunista se acerca a las FAR y luego a Montoneros, pasa al exilio por haber sido condenado a muerte por la Triple A. Todo este proceso influye en su escritura reflejándose en una ruptura en la sintaxis, se reacomoda constantemente, se abre a otras modalidades, siempre en la búsqueda de un lenguaje trascendente logrando un estilo singular.
Párrafo de la carta a su nieto o nieta que nunca pudo encontrar, escrita en abril de 1995 y publicada en el semanario Brecha, Montevideo, el 23 de diciembre de 1998:
“Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.”
Un poema de su libro El emperrado corazón amora
Los que saben
La extravagancia de los sueños
que el pecho mira y no hay
juegos políticos ni
olores del poder.
Cruel la constelación
que pasó y no vuelve.
La lengua espacio muda
el deseo en vacío, la
serenidad blandida en casa oscura.
Límites rotos por la luz interior
caídos en otoños, secos.
Aguas, aguas,
un pedacito de libertad
vive en palabras que
no saben quienes son.