Año III

28 de septiembre de 2023, La Plata, Buenos Aires, Argentina

La problemática del cambio climático

Por Analía Francia

“Está en manos de la humanidad hacer que el desarrollo sea sostenible, duradero, o sea,

asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las

futuras generaciones para satisfacer las propias” (ONU, 1987).

La Argentina se encuentra en la región Neotropical, extendida desde la meseta de Anahuac (México) hasta nuestra provincia de Tierra del Fuego. Esta vasta y maravillosa región se encuentra caracterizada por una enorme riqueza en biodiversidad de ambientes naturales y especies silvestres, que incluye un alto grado de endemismos a 1.  Sin embargo, esta gran diversidad de ecosistemas y biodiversidad única, no recibe la atención nacional e internacional necesaria para su adecuada conservación, lo que ha llevado a una pérdida importante de los ambientes naturales de esta región2, incluso en relación a las consecuencias directas producto del cambio climático. En relación a esta problemática podemos decir que es el resultado de un proceso planetario que ocurre de forma cíclica y natural. A pesar de años de fuertes controversias, actualmente existe consenso científico respecto del hecho de que el cambio climático en curso es antropógenob y los argumentos se basan en las evidencias que vinculan los cambios en el clima y las actividades humanas de los últimos 200 años  que han acelerado procesos, estos procesos, de forma natural, habrían tomado millones de años3. Aunque la interacción con la naturaleza no es una característica exclusiva de la humanidad, si le es propia una historia de impactos negativos sobre ella. Cotidianamente somos testigos de las profundas consecuencias que generan eventos climáticos extremos que producen la destrucción de espacios naturales en nuestros territorios, situación calificada por muchos especialistas como un verdadero ecocidioc. Lo cierto es que si fuera posible establecer causalidades entre las sequías prolongadas seguidas de incendios descontrolados ocurridos en amplias zonas de nuestro territorio (Corrientes, Córdoba, Rio Negro, Neuquén, Entre Ríos); lluvias intensas que provocan importantes inundaciones (Mendoza); aludes, movimientos de tierra y crecidas inusuales en distintos sectores de nuestro país y alrededores, estas estarían indiscutiblemente vinculadas a la relación entre las múltiples consecuencias del cambio climático y una historia de decisiones políticas desarticuladas, superficiales y, en general, tardías. Es evidente también que el modelo energético hegemónico, basado en la extracción y utilización de petróleo, no hace más que profundizar el impacto del cambio climático mundial y todas sus consecuencias3 .

En particular, si revisamos los diferentes eventos que han producido desastres ecológicos en nuestro país en los últimos meses, debemos referirnos a  la problemática de los incendios desatados tanto en áreas rurales, como en nuestros bosques nativos. Graciano (2019) señala que el plan de manejo del fuego a nivel nacional debe contemplar diferentes aspectos, en primer lugar, la capacitación de los diferentes actores rurales para que utilicen correctamente esta herramienta en el manejo de pastizales y plantaciones, a la vez de brindar herramientas alternativas a la quema. En segundo lugar, deben arbitrarse mecanismos de prevención de incendios basados en sistemas de detección temprana, ya que controlarlos una vez iniciados es muy difícil. Es indudable que los incendios deben evitarse porque destruyen áreas con valor productivo y de conservación, produciendo daños económicos, sociales y ecológicos de gran magnitud4.

Según Greenpeace, en 2021 Argentina perdió al menos 110.180 hectáreas de bosques nativos y el escenario para este 2022 no es alentador, solo en lo que va del año el 11 % de la superficie de la provincia de Corrientes ya fue alcanzada por el fuego, afectando humedales, pastizales y bosques, únicos por su biodiversidad. En este sentido, es urgente darle un lugar prioritario al ambiente, pero para ello resulta imprescindible plantear un abordaje amplio de la compleja situación global que atraviesan nuestros territorios, y de esta manera conectar el tema climático con las acciones de desarrollo, planificando e implementando políticas adecuadas para el uso del territorio y sus recursos. Para ello es preciso que los gobernantes se informen adecuadamente, impulsen investigaciones, fortalezcan las instituciones ambientales, evalúen intervenciones y decidan, según el contexto específico de cada situación particular para favorecer una mayor sostenibilidad ambiental a las estrategias y políticas de desarrollo3.

Entendiendo esta problemática global, es necesario que Argentina avance en una ley de humedalesd. La importancia de estos ecosistemas tiene muchas aristas por su gran biodiversidad y por los efectos que provocan al atenuar sequías prolongadas e incendios y las consecuencias del calentamiento global en general.  Por estos días, cientificxs, organizaciones ambientales, investigadorxs y diputadxs nacionales presentaron en la Cámara de Diputados un nuevo proyecto de ley para la protección de los humedales, ya que el anterior proyecto perdió estado parlamentario a finales del año 2021, situación que se viene repitiendo desde hace años. 

Para muchas personas la conservación del medio ambiente es un desafío que supera la capacidad de acción de un solo individuo. Por mi parte, considero que la participación ciudadana en todos los temas ambientales nos permite involucrarnos, conocer y entender las consecuencias de la crisis climática para pensar críticamente y tomar decisiones acordes a esta problemática que sin dudas nos afecta y afectará a todxs.

Referencias 

  • a – Especies exclusivas de una región, que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
  • b – De origen humano. 
  • c – Destrucción generalizada del medio ambiente.
  • d – Ambientes en los cuales la presencia temporaria o permanente de agua superficial o subsuperficial causa flujos biogeoquímicos propios y diferentes a los ambientes terrestres ya acuáticos. Rasgos distintivos son la presencia de biota adaptada a estas condiciones, comúnmente plantas hidrófitas, y/o suelos hídricos o sustratos con rasgos de hidromorfismo.
  • 1-  Rapoport, E. (1990). Vida en extinción. Rev. Ciencia Hoy, Vol. II(10). Bs. As.
  • 2 – Bertonatti, C. y Corcuera, J. (2000). Situación Ambiental Argentina 2000. Fundación Vida Silvestre Argentina. Bs. As. 
  • 3 – Bárcena, A. y otros. (2020). La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe: ¿seguimos esperando la catástrofe o pasamos a la acción? Libros de la CEPAL, N° 160 (LC/PUB.2019/23-P), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
  • 4 – Graciano, C. (2019). El incendio de la selva amazónica en la mirada de una experta de la UNLP. Portal Investiga de la Universidad Nacional de La Plata, Recuperado de https://investiga.unlp.edu.ar/bajolalupa/el-incendio-de-la-selva-amazonica-en-la-mirada-de-una-experta-de-la-unlp-16619?s=09

Sobre Analía Francia

Analía Francia es Licenciada en Biología (orientación Zoología) por la UNLP y Dra. en Biología por la UNNE. Actualmente se encuentra finalizando la Especialización en Educación en Ciencias Exactas y Naturales en la FaHCE-UNLP. Desarrolla su actividad profesional en el campo de la Docencia (tanto en el nivel Medio como Superior);  la Extensión Universitaria y  la Investigación.

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